Está claro que lo que puede ser genial para mi puede ser algo insoportable para otra persona, y a la inversa, así que esta lista de ventajas y desventajas de vivir en el campo está basada en nuestra opinión y experiencia.
Al final la vida en el campo puede ser muy diferente según la situación. Puedes vivir en una masía de 300m2 con 20hectáreas, con un caudal de agua de 1000l/h de manantial, trabajadores que se encarguen de la huerta y los animales y luz de la red sin limitaciones. O puedes vivir en una casita de 30m2 en una finca de 1000m2 recolectando agua de lluvia y una plaquita solar. Distintas realidades y situaciones diarias muy diferentes.
Por eso, como os decía, os hablo de nuestra opinión basada en nuestra experiencia personal que puede ser muy distinta a la de otros.
Desventajas de vivir en el campo
El coche como complemento
La mayoría de casas de campo están mas o menos aisladas así que para ir a cualquier sitio hay que recorrer una distancia considerable así que vas a necesitar el coche para todo. Si tienes que ir a comprar, si tienes que ir a trabajar, si tienes que ir a ver a la familia,… siempre en coche.
Tal como están las cosas, entre el peak oil y los índices de contaminación de CO2 la verdad es que no es algo de lo que sentirse orgulloso y que vayamos a poder mantener en el tiempo, así que es importante tenerlo en cuenta ya que a la larga habrá que ser creativos y renunciar a algunas comodidades.
Lógicamente si vives justo al lado del pueblo, si tienes la carretera cerca y decides moverte haciendo autostop o estás en una zona llana en la que moverte sin dificultad en bicicleta pues puede que ya lo tengas solucionado y o sea algo de lo que preocuparte.
No haces un sube-baja
Precisamente por lo que os decía en el punto anterior, ya que tienes que moverte en coche porque no lo tienes todo al alcance de la puerta, no puedes «salir un momento» al super. O al menos ese momento no será tan rápido como sería en la ciudad donde todo está al pocos minutos a pie.
Aún así, pese a marcarlo como una desventaja, realmente no lo considero como tal. Al final es acostumbrarse a vivir de otra manera, aprender a ser mas previsor y restarle importancia a las cosas que realmente no la tienen. ¿Que no queda tomate para el sofrito? Pues sin tomate. O te bajas al huerto y lo preparas casero en un momento.
Vivir con horario de gallinas
Si vives en el campo ya sabes a que me refiero, si no a lo mejor aún no lo entiendes.
Las gallinas salen con la luz del sol y se meten en el gallinero en cuanto se pone. Así va a ser tu vida. A no ser que dependas de horarios externos, sea por el trabajo o actividades, si estás en casa verás que en invierno a las 6 de la tarde ya te metes a casa y al rato estás cenando.
De la misma manera que el punto anterior, realmente no lo considero una desventaja ya que al final biológicamente no hay nada mas natural que adaptarse a esos horarios. El primer año me costó un poco acostumbrarme a ello, yo quería seguir fuera haciendo cosas en la finca pero el dia se acortaba mucho y no sabía bien como gestionarlo. Pero dejandolo fluir en lugar de frustrarme os aseguro que ahora me encanta y puedo aprovechar ese tiempo para hacer otro tipo de cosas que cuando estoy fuera siempre quedan pendientes (como escribir aquí!).
Pero bueno si dependes de los horarios de la sociedad, aquí ya la cosa se tuerce un poco. No hay nada que de mas pereza que salir de casa cuando ya es de noche por el campo a oscuras, con lo bien que se está tranquilo y calentito en casa, o que salgas de casa de noche y llegues cuando ya es de noche otra vez. Aquí no hay farolas, ni tiendas ni cafeterias abiertas a la que se pone el sol.
No paras nunca
¡Que bien vives! La de veces que he oído esa frase… Y si, claro que vivo bien, pero también trabajo mucho. Aquí no se para. Si no estamos liados con una reforma, estamos con el huerto, o reconstruyendo un muro de piedra, o arreglando el acceso a la finca, o podando los setos que han invadido el camino, o limpiando las instalaciones de los animales,…
Traigo un paquete…
Acostúmbrate a tener el nº de teléfono de todos los repartidores de todas las compañías de reparto que trabajan en tu zona. Hasta del de Correos. Y es que ninguno de ellos va a venir hasta tu casa a llevarte el paquete. Eres tú quien tendrá que ingeniárselas para recogerlo.
Yo estoy totalmente en contra de la gran empresa de la sonrisa en el logo, pero si que recibo a veces paquetes de otras empresas, como el pienso especial hipoalergénico de la perra o algunas creaciones de artistas y pequeños emprendedores. Y así es como lo hago para que no haya problemas con la entrega.
Amiga soledad
Tienes que aprender a estar solo, puedes pasarte dias sin ver a nadie si no trabajas fuera o tienes actividades. No tiene por que ser negativo, pero hay que aprender a gestionarlo. En la ciudad podrias estar rodeado de miles de personas y sentirte solo, en el campo puedes estar solo pero sentirte rodeado.
Ventajas de vivir en el campo
Bueno bueno, vale ya de desventajas no.. al fin y al cabo algo bueno tendrá vivir en el campo, no? Vamos a verlo.
Del huerto a la mesa
Pocas cosas son mas sencillas y a la vez te pueden hacer más feliz que cosechar tus propios alimentos justo antes de comerlos. Coger una naranja del árbol, llenar una cesta de cerezas o preparar una ensalada con unos tomates recién cogidos.
Si claro, en la ciudad también puedes tener un pequeño macetohuerto en la terraza o el balcón, pero no tendrás tanto espacio ni sitio para frutales.
Así que si, puede que no bajes al supermercado en dos minutos, pero puedes tener frutas y verduras frescas cultivadas por ti. ¿Compensa, no?
Qué satisfacción!
Como os decía, en el campo no paras nunca. Pero precisamente por eso, como haces tantas cosas por ti mismo y aprendes tanto cada vez, te sientes profundamente realizado y orgulloso por todo lo conseguido.
Shhhh…
La tranquilidad, la calma y el silencio se vuelven pequeños placeres. Bueno, el silencio absoluto no existe en el campo, al contrario, está lleno de ruidos de lo mas agradables y reconfortantes: los pajaros cantan al amanecer y los grillos por la noche, el aire suena entre los árboles, la lluvia resuena contra los cristales, la leña chisporrotea en la chimenea y la luz de la puesta de sol ilumina a través de las ventanas. Tan idilico como real.
Pero bueno, seamos sinceros, también dependerá mucho de donde estés exactamente. Si la casa está en el campo pero justo al lado de una nacional, tienes una fabrica ruidosa al lado o los vecinos se pasan el día con el generador, el silencio y la calma no creo que sean buenos adjetivos para describir tu vida.
Conectar con la naturaleza
Volver al origen, reaprender lo que desaprendimos y conectar con la naturaleza, sus tiempos y elementos. Disfrutar de la visita del corzo, del vuelo del águila sobre la casa o las mariposas revoloteando entre las flores.
Aprender a vivir
A día de hoy sigo aprendiendo, y no me refiero solo a conocimientos o habilidades concretas. Claro que sigo descubriendo nuevas plantas y sus propiedades a mi alrededor, que aprendo a distinguir el canto de cada pájaro y cuales son sus semillas favoritas o que especies de mariposas viven en nuestra zona. Pero también aprendo a ser paciente, a vivir con mas calma y a valorar lo que realmente importa.
En resumen la vida en el campo puede ser dura, aunque también depende mucho de donde y como vivas, pero pese a todo eso compensa plenamente si realmente es el tipo de vida que quieres llevar.