Si crees que aquí vas a encontrar la típica receta de sustrato para tu huerto te equivocas. En todas las páginas que he consultado siempre aparece la misma mezcla o algunas variaciones con materiales comprados, patrocinados o que ellos mismos venden. Y como yo no te vendo nada, te voy a contar la verdad, así que atento que tengo mucho que explicarte.
La importancia de un buen sustrato en el huerto
La base para un huerto productivo y sano es una buen sustrato. De hecho entender eso fue probablemente uno de los cambios de mentalidad mas importantes que hice y que me ha permitido mejores cosechas y menos trabajo en el huerto.
Entendí que si mejoro la tierra, la cuido y la ayudo a mantener un equilibrio, ese sustrato con su estructura, sus nutrientes y microorganismos son los que van a hacer que mis plantas estén sanas y crezcan fuertes. Yo cuido de la tierra, y ella cuida de las plantas.
Un buen sustrato aumenta la productividad, mantiene los cultivos más sanos y resistentes y reduce el consumo de agua.
Por ejemplo, un ataque de pulgón puede ser a causa de un exceso de nitrógeno en la tierra, o un crecimiento reducido de la calabaza por falta de materia orgánica en el suelo. Así que de nada sirve tratar las plantas o las plagas si no buscamos la raíz del problema, que probablemente estará en la tierra.
Características de un buen sustrato para el huerto
Un buen sustrato tiene que tener unas características determinadas, aunque luego según el tipo de cultivo estas puedan variar un poco, pero por lo general son las siguientes:
- Rico en nutrientes: debe tener una cantidad adecuada, ni excesiva ni reducida, de los nutrientes necesarios para las plantas, como el nitrógeno, el fosforo o el potasio.
- Estructura y textura: debe ser ligero y poroso para permitir a las plantas crecer con facilidad y favorecer el desarrollo de los microorganismos.
- Retención de la humedad: debe retener bien la humedad para evitarnos un consumo excesivo de agua y posibles problemas de estrés en las plantas si se seca rápidamente, pero a la vez debe drenar con facilidad para evita encharcamientos y la consiguiente pudrición de las raíces.
Identificar las características de tu tierra
A no ser que hablemos de un pequeño huerto urbano o un simple bancal, para un huerto en el campo de varios metros cuadrados resulta absurdo pensar en comprar sacos y sacos de material en tiendas de jardinería para crear la zona del huerto desde cero.
Lo más lógico es utilizar la tierra de la que ya disponemos y por ello lo primero que debemos entender es qué tipo de tierra tenemos, analizar sus características y necesidades, para poder suplir solo esa carencia con nuevo material.
Os pongo dos ejemplos:
- Tierra arcillosa: muy pesada, muy mal drenaje y falta de materia orgánica
- Sauló: muy arenoso, drenaje excesivo y falta de materia orgánica
Materiales para hacer la mejor mezcla de sustrato para el huerto
Teniendo claras las características de tu suelo, solo necesitas añadir aquello que le falta para mejorarlo.
Aquí la lista de materiales sería interminable, pero al final se trata de ser lo mas autosuficientes posible, cerrar ciclos y no depender del expolio de materiales en otras zonas, así que os recomendaré principalmente materiales que podáis producir vosotros mismos o encontrar fácilmente en vuestra zona.
Eso no significa que otros materiales no sean adecuados, pero para las cantidades que necesitamos para el huerto algunos no tiene mucho sentido utilizarlos desde un punto de vista sostenible. Por ejemplo, la fibra de coco tiene unas características muy interesantes, pero no es lógico utilizar kilos y kilos para un huerto en España cuando se produce a miles de kilómetros al otro lado del atlántico.
Así pues, estos son los materiales locales y de autoproducción que puedes utilizar para crear el mejor sustrato:
Compost
Es el resultado de la descomposición de los residuos orgánicos gracias a la acción de microorganismos, bacterias y hongos. Nos proporciona mucha materia orgánica rica en nutrientes y microorganismos. Es la base de una buena tierra y puedes hacerlo tu mismo con los restos de la finca y de la cocina.
Hummus de lombriz
Similar al anterior, pero gracias a las lombrices que son las que se encargan de esta descomposición obtenemos un producto excelente con muchísimos nutrientes. También puedes hacerlo en casa con tu propia lombricompostera.
Estiercol
Los excrementos de las gallinas, cabras, ovejas y caballos son un excelente abono, cargado de nutrientes y especialmente de nitrógeno. Es importante que esté maduro, es decir que lleve un tiempo de reposo y esté pre-compostado, pues si es fresco puede resultar perjudicial. Ten en cuenta que provenga de animales que pastan libremente, con una dieta equilibrada y sin medicar.
Arcilla
La arcilla es el único material que, a no ser que tengas una tierra arcillosa, tendrás que conseguir de fuera. Ésta nos aporta una mejor retención de la humedad, pero ten cuidado porque si te pasas es peor el remedio…
Puedes utilizar arcilla normal y/o también bolitas de arcilla expandida o trocitos de tejas antiguas que servirán para aportar estructura.
Biochar
El biochar se obtiene de la quema de restos de materia vegetal a mucha temperatura en ausencia de oxigeno. Básicamente se traduciría como carbón vivo.
Éste ayuda a mejorar la retención del agua y es un reservorio ideal de nutrientes y microorganismos, pero es necesario «activarlo» antes de aplicarlo para que en lugar de captar éstos de tu tierra los libere. Y puedes hacerlo tu mismo con los restos de poda de la finca.
Polvo de roca
Para que nos entendamos, se trata de aportar minerales a la tierra pero sin andar poniendo piedras, por eso el «polvo de roca» es ideal. Puedes hacerlo tu picando piedras de distintas características o recogerlo a los alrededores de cualquier cantera o procesadora de áridos.
Microorganismos
Capturar microorganismos de bosque y aplicarlos a tu sustrato mejorará sustancialmente su calidad. Es sencillo de hacer y solo necesitarás una visita al bosque para coger unos pocos y luego reproducirlos en tu finca.
Si, lo se, no te he dado una receta pero es que no es así como funciona, al menos no para la tierra del huerto. Como te decía depende de cómo sea el punto de partida de tu tierra y por ello lo que puede ser apropiado añadir para tu huerta puede no serlo en la mía. Así que debes aprender bien a identificar y analizar las necesidades y carencias de tu tierra para poder diseñar la mezcla perfecta.
Y no te preocupes si te has quedado un poco a medias con los materiales, próximamente te hablaré mas detalladamente de cada uno y de como obtenerlos.
Espero que te haya resultado útil, y si tienes cualquier duda déjamela en un comentario!