Muy habitualmente veo como se definen algunas plantas invasivas como invasoras erróneamente, así que aunque este va a ser un artículo cortito y sencillo, me parece de suma importancia mencionarlo.
Una planta invasora es aquella que sin ser autóctona se adapta a las condiciones de la zona y crece sin problemas. Habitualmente lo hace de forma descontrolada y afectando a otras plantas que sí son autóctonas.
Una planta invasiva es aquella que crece vigorosamente, ocupando cada vez mayor espacio y que es difícil de erradicar.
Las plantas invasoras son invasivas por definición, pero no al revés.
Así, por ejemplo, una zarzamora se puede considerar una planta muy invasiva. Es una planta autóctona que crea auténticas marañas y aunque las cortes volverán a brotar ya que tienen un sistema radicular muy fuerte.
Por otro lado el ailanto, un árbol que se vendía como decorativo por el poco mantenimiento que requería, es invasor. Se ha convertido en un gran problema en nuestro país ya que se reproduce de manera descontrolada y está invadiendo muchas zonas en detrimento de otros árboles y arbustos autóctonos.