Las estufas de inercia térmica son las mas utilizadas en las zonas nórdicas y están diseñadas de manera que resultan mucho mas eficientes y proporcionan un mayor rendimiento energético que cualquier otra. ¿Y cómo? Pues vamos a verlo.
Cómo funciona una estufa de inercia térmica
Este tipo de estufas no se pueden comprar, sino que se construyen directamente en el lugar donde vayan a utilizarse. Para ello se utilizan materiales que le otorgan una gran masa, como ladrillos y morteros refractarios, tochos y rebocos de barro.

Al encender la estufa, con leña, se produce una combustión muy eficiente a altas temperaturas.
El humo caliente circula por los conductos y compartimentos internos de la estufa, calentando así los ladrillos que acumularán temperatura.
Una vez la estufa se apaga, la masa sigue caliente, liberando el calor durante las horas siguientes como un radiador. De esta manera, con una sola carga, obtenemos calor durante muchas horas.

Características y ventajas de las estufas de inercia térmica
Son altamente eficientes. Su diseño interno asegura una combustión mucho mas eficiente, consiguiendo mayor temperatura con menos combustible.
Son limpias. Debido a la eficacia de la combustión se generan menos residuos, siendo necesario limpiar la ceniza apenas un par de veces al mes.
Solo se encienden una vez al día. No es necesario estar cargando constantemente el fuego para que no se apague como pasa con las estufas convencionales, con una carga o máximo dos al día tenemos suficiente.
Irradian calor durante horas. Tras enceder la carga y apagarse, siguen irradiando calor durante las siguientes 12/24h. Es un calor agradable que proporciona una sensación de calidez reconfortante.
Son totalmente personalizables. Al construirse insitu se pueden diseñar de mil y una maneras, tanto en cuanto a funcionalidad como en estética. Es posible añadirles un banco caliente para sentarse o tumbarse encima, un horno o cocina económica, etc.

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